¿Agregar valor? Mmm… hay una ruta mejor…

 

Incrementar el valor de mi producto para vender más.

 

Encontrar formas de agregar valor a un producto es una de las acciones recomendadas por muchos expertos para asegurar más ventas o más fidelidad de los clientes. Pero no siempre es una forma eficiente para lograr estos resultados. Como el título dice, hay una ruta mejor. Esa ruta mejor es incrementar valor.

Y acaso ¿No es lo mismo?  

No necesariamente. Veamos.

Cuando se habla de “agregar valor a los productos, en muchos casos estamos hablando de ofrecer más cosas al cliente. Probablemente nos referimos a alguna de estas acciones:

  1. Agregar más funciones o beneficios.
  2. Regalar algo extra (quizá un servicio adicional)
  3. Dar más por menos (quizá ofrecer combos que salgan más económicos al cliente)

Pero estas acciones tienen un problema intrínseco: normalmente están asociadas con mayor gasto de recursos. 

¡Claro que podemos entregar un teléfono con mayor memoria! Pero eso cuesta (dinero).

¡Claro que podemos abrir personalmente la puerta de nuestro restaurante y saludar a cada cliente! Pero eso cuesta (tiempo).

¡Claro que podemos diseñar una etiqueta personalizada para agregar a cada producto! Pero eso cuesta (dinero y tiempo).

De manera que cuando se habla de agregar valor, suele significar: hagamos un producto más robusto, más sofisticado o con más funciones (lo que no necesariamente significa más funcional), o regalemos cosas extra por el mismo precio.

Es claro que esta ruta hace más atractivo un producto. Pero suele ir en contra del negocio, ya sea porque aumenta los costos, o porque hace el producto más difícil de vender al aumentar su precio.

 

Y lo paradójico es que, muchas veces, al agregar valor a un producto, se lo disminuimos.

¿Cómo es esto posible?

 

Imagine que yo vendo hamburguesas. Y que para diferenciarme en el mercado, decido que voy a incluir un postre con cada hamburguesa que vendo. He aumentado el valor de mi oferta a ojos del cliente ¿Cierto? Ahora no solo recibe la misma hamburguesa de antes sino que recibe algo adicional. En este sentido, el cliente debe estar feliz. 

Pero… ¿Qué pasa con la imagen que el cliente tiene de mi producto? Es posible que, en la mente del cliente, un hamburguesa que necesita de un regalo para poderse vender, no sea una hamburguesa de primer nivel. Es bastante probable que, a pesar de ser un gran producto, nuestra hamburguesa sea ahora percibida como un producto promedio.

 

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¿Hay alguna alternativa para aumentar el valor de un producto sin “agregarle” cosas?

Si. Justamente de eso hablamos hoy.

Podemos llamar a esa alternativa: INCREMENTAR VALOR.

¿Qué quiere decir?

Quiere decir que podemos dar una mirada diferente al producto y re-posicionarlo.

¿Cómo se hace esto? Veamos dos rutas…

 

 

 

En la primera ruta lo que hacemos es comenzar por “re-conocer” nuestro producto. Esto quiere decir hacernos preguntas sobre la naturaleza de nuestro producto y lo que realmente el cliente busca al comprarlo. Son preguntas como: 

 

¿Qué es lo que el cliente compra cuando compra un traje además de poder vestirse?

¿Qué es lo que el cliente compra cuando compra una hamburguesa además de quitarse el hambre?

¿Qué es lo que el cliente compra cuando compra un plan turístico además de poder viajar?

 

Estas preguntas pueden parecer obvias pero tienen su truco. Cuando una persona compra un traje es obvio que compra algo para vestirse. Pero, como todos ustedes saben, nadie compra simplemente algo para vestirse. También compra algo que le haga sentirse bien consigo mismo, que realce su auto-estima, que disimule una que otra imperfección en su figura, que resalte aquellos aspectos positivos, que le haga sentir cómodo, pero también que le haga sentir importante, o atractivo, o interesante, o exitoso, o fuerte o…

A medida que profundizamos en las razones por las que un cliente compra nuestro producto, aparecen una nuevas y muy interesantes rutas para agregar valor. En vez de regalar una cartera con cada traje que compren, quizá debo regalar un poco más de “belleza”, “fortaleza”, “seguridad”, “éxito”, “aceptación” o cualquier otro de los componentes o atributos “escondidos” de nuestro producto. 

Este camino incrementa el VALOR real, ya que al no ser una adición externa (como en el caso del postro que regalamos con nuestra hamburguesa), hace intrínsecamente más valioso el producto. 

La tarea que usted, querido lector, tiene ahora es: 

Piense en su producto actual. Piense en todo aquello que el cliente realmente compra cuando lo compra. Esto le permitirá identificar los atributos o componentes “escondidos” del producto.

 

Acto seguido, hágase preguntas del estilo:

¿Cómo podría duplicar la cantidad de “Componente escondido No. 1” en mi producto?  (Repita la pregunta para cada uno de los otros componentes escondidos)

Con este corto proceso, puede descubrir formas de incrementar el valor del producto sin agregar costos ni afectar la imagen del mismo.

 

 

 

Experimentos interesantes de laboratorio han demostrado que las personas perciben el sabor de una comida dependiendo de:

– El momento en que la comen

– El precio que creen que costó

– El lugar en el que la comen

– La presentación del plato

Entre otras muchas variables.

 

¿Esto es posible? ¿Es posible que el sabor de algo mejore si creemos que costó más dinero? ¿Si estamos en un estado de ánimo óptimo? ¿Si los expertos lo recomiendan?

 

Si. Es posible. Y es muy frecuente

 

La pregunta que se nos debería ocurrir es: 

 

¿Este efecto puede ser utilizado a nuestro favor a la hora de incrementar el valor percibido de nuestro producto? ¿Podemos hacer que el cliente disfrute más nuestro producto y darle razones para sentirse orgulloso de haberlo comprado cambiando aspectos “accesorios”?

 

El poder de esta estrategia se entiende cuando recordamos que el valor es algo subjetivo. Cualquier producto que vendemos tiene un valor distinto para cada uno de los clientes (o posibles clientes). ¿Y de qué depende ese valor? Una buena parte depende de los atributos “duros” del producto: sus prestaciones, sus funciones, sus capacidades, sus beneficios. Pero otra parte importante depende de una valoración subjetiva que hacemos del mismo: las emociones que me produce la interfaz, la valoración de otros, el escenario que rodea la entrega y el uso, etc.

 

Es en este frente donde hay increíbles posibilidades para incrementar el valor percibido del producto. Las preguntas que nos pueden hacer encontrar rutas para este incremento son de este estilo:

¿Qué “trucos” puedo usar para que el cliente sienta que mi producto es algo increíble?

¿Cómo puedo hacer que mi producto valga el doble sin agregarle nada?

¿Cómo puedo hacer que mi cliente compre mi producto por “amor” y no por necesidad?

 

La tarea que le queda, querido lector, es hacer una sesión de ideación usando alguna o todas las preguntas anteriores u otras similares que se le ocurran. 

 

Puede ser interesante: 5 errores comunes al hacer una sesión de ideación

 

De esta sesión de ideación podrían salir formas innovadoras para incrementar el valor del producto. Formas que usted no ha previsto y que, probablemente, costarán muy poco. O nada.

 

 

 

 

Guillermo Solano

Director de Centro de innovación (www.centrodeinnovacion.com) y creador de la metodología WakeUpBrain para acelerar procesos de innovación usando juegos. Ha diseñado varios juegos comerciales y escribe en su blog www.jugarparainnovar.com

 

 

 

 

 


 

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¿Agregar valor? Mmm… hay una ruta mejor…2020-10-29T18:08:16-05:00

Boxotyping – Una forma nueva de prototipar

¿Qué es prototipar?

Es llevar una idea de la cabeza del ideador a la mesa de trabajo para poder entenderla mejor y determinar si vale la pena seguir con ella o no. Es el primer paso para que una idea deje de ser algo etéreo y se convierta en una solución real.

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Se prototipa cuando se hace un dibujo en un papel (por ejemplo la famosa servilleta) para tratar de que la otra persona entienda el concepto.

Se prototipa cuando se pasa a la acción y se trata de ejecutar la idea, al menos en una versión precaria, con los elementos que tenemos a la mano.

Se prototipa cuando hace un experimento cambiando algunos ingredientes o el orden en el que se agregan…

En la vida hemos utilizado el prototipaje muchas veces. Incluso sin ser conscientes de ello.

Sin embargo, en las organizaciones el prototipaje no siempre es bien visto. Puede parecer simple desorden o falta de planeación. No se ve muy profesional que alguien esté haciendo experimentos y desperdiciando insumos solo por ver si una idea loca funciona o no.

Afortunadamente, el proceso de prototipaje ha tomado formas muy estructuradas. En otra palabras, se puede experimentar con las ideas sin que parezcan palos de ciego.

 

¿Y las cajas qué tienen que ver?

Uno de los desafíos de la práctica del protipaje es hacerlo de manera óptima.

¿Qué quiere decir esto?

Quiere decir hacer los experimentos requeridos y no más que los requeridos. Y hacerlos de forma que nos provean la información que necesitamos para ver si la idea cumple lo que, al menos en el papel, promete cumplir.

¿Y una caja nos puede ayudar a eso?

Si. El Boxotyping como una forma nueva de prototipar utiliza las maravillosas cajas desocupadas, esas mismas con las que pasábamos horas de juego siendo niños, para ayudar a visualizar una idea y, de paso, planear los experimentos que nos permitan validarla

Little girl playing inside cardboard box Free Photo

 

¿Cómo funciona el Boxotyping?

El Boxotyping divide el “trabajo” en tres momentos:

  1. El exterior de la caja.
  2. El interior de la caja.
  3. Los Boxo-juegos de prototipaje

El exterior permite mostrar el concepto, “vender” la idea. Ayuda a definir el mercado al que se dirige y los principales atributos y beneficios.

 

El interior permite identificar las hipótesis que hay detrás de cada uno de los beneficios que la idea promete y los experimentos que tendremos que hacer para ver si esas hipótesis se cumplen o no.

 

Boxotyping - Inside

 

Una vez la caja tiene los elementos externos e internos, el equipo de innovación puede realizar “juegos” que le permitan examinar posibles variantes de la idea y que le ayuden a definir caminos óptimos para validar las hipótesis.

 

El resultado es un ejercicio que consigue:

  • Mejorar el concepto original de la idea de manera rápida, poderosa y consensuada.
  • Organizar el trabajo posterior de prototipaje avanzado y validación de hipótesis.
  • Definir prioridades en la lista de atributos.

 

¿Sirve para prototipar servicios?

El Boxotyping puede ser utilizado en proceso de prototipaje tando de conceptos tangibles (por ejemplo un nuevo producto), como intangibles (un servicio o un nuevo proceso interno). Los principios que lo soportan y los pasos del proceso son iguales en cada caso.

 

 

 

¡A Boxotipar!

El Boxotyping se convierte así en una herramienta poderosa dentro de un proceso de innovación. Si está interesado en ver detalles sobre cómo dirigir una sesión de Boxotyping y obtener los planos internos y externos de la caja, le recomiendo el e-book Boxotyping.

 

 

 

 

 

Guillermo Solano

Director de Centro de innovación (www.centrodeinnovacion.com) y creador de la metodología WakeUpBrain para acelerar procesos de innovación usando juegos. Ha diseñado varios juegos comerciales y escribe en su blog www.jugarparainnovar.com

 

 

 

 

 

Descarga el ebook en el que encontrarás:

–  Cómo facilitar una sesión de Boxotyping.
–  Planos internos y externos de una caja para Boxotipar.
–  2 Juegos para hacer con un Boxotipo que le permitirán hacer más poderoso el producto.


Boxotyping – Una forma nueva de prototipar2020-06-30T13:04:39-05:00